En cuestiones de dinero, lo que importa no es lo listo que seas sino cómo te comportas. Tendemos a pensar en la inversión o la gestión de las finanzas personales como una disciplina matemática, en la que los datos y las fórmulas nos dicen exactamente qué hacer. Sin embargo, el rasgo que define a las personas que logran enriquecerse no es su destreza con los números, ni su salario o su talento, sino su historia personal, sus motivaciones y su visión única del mundo.

Por lo general, asumimos que la inteligencia es la habilidad de pensar y aprender, pero en un mundo que cambia rápidamente como el actual, las habilidades para repensar y desaprender empiezan a valorarse más. Muchas personas privilegian la comodidad y la convicción por encima de la incomodidad y la duda; escuchan solo aquellas opiniones que les hacen sentir bien, en vez de las ideas que los desafían; ven el desacuerdo como una amenaza para su ego, en vez de una oportunidad para aprender.

James Clear nos brinda fantásticas ideas basadas en investigaciones científicas, que le permiten revelarnos cómo podemos transformar pequeños hábitos cotidianos para cambiar nuestra vida y mejorarla. Esta guía pone al descubierto las fuerzas ocultas que moldean nuestro comportamiento - desde nuestra mentalidad, pasando por el ambiente y hasta la genética - y nos demuestra cómo aplicar cada cambio a nuestra vida y a nuestro trabajo. Después de leer este libro, tendrás un método sencillo para desarrollar un sistema eficaz que te conducirá al éxito.

¡Más de 5 millones de copias vendidas! PARA DAVID GOGGINS, LA INFANCIA FUE UNA PESADILLA. La pobreza, los prejuicios y los malos tratos físicos colorearon sus días y atormentaron sus noches. Pero gracias a su autodisciplina, su fortaleza mental y trabajo duro, Goggins pasó de ser un joven con sobrepeso, deprimido y sin futuro, a convertirse en un icono de las Fuerzas Armadas estadounidenses y en uno de los mejores atletas de resistencia del mundo.

En 2011, Daniel Ek, el joven fundador de Spotify, por fin logró el lanzamiento de su compañía en Estados Unidos, a pesar de que Steve Jobs había hecho lo posible porque ese momento nunca sucediera. La startup sueca había entrado al campo de batalla para cambiar las reglas del juego en el negocio de la música. Spotify apenas había ganado una batalla, pero aún no la guerra.