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¡Wola, me llamo Vhalesi, tengo 15 años y soy hechicera de combate! No te preocupes por mi nombre en nínfico, tú puedes llamarme Bárbara. Te estarás preguntando, ¿quién es esta chica tan alucinante? Vale, allá va: soy Guardiana de la Luz, y mi deber es proteger a la humanidad de los siervos de La Dama Sombría. Y tengo algo muy gordo que contarte…. ¡El Universo está en peligro! No quiero ponerme en modo pánico total, pero La Dama Sombría va detrás de un chico de la Tierra llamado Orión, y necesito que me eches una mano. Tengo que encontrarlo, porque si Ella lo atrapa antes ...

A David le encanta jugar a ser rey. Por eso lleva puesta una corona todo el día, a todas horas. Y da órdenes apuntando con un palo como si fuese un cetro. -Traeme, dame, quiero -y a veces hasta se anima a decir-. ¡Porque lo digo yo! Siempre quiere más. Y para conseguir lo que quiere, es capaz de hacer cualquier cosa. Hasta unos monumentales berrinches. Pero un día las cosas se complican. Porque unas largas y flexibles ramas comienzan a crecerle de todas las partes de su cuerpo. Lo atan a la lámpara y a las patas de su cama hasta formar una densa maraña de vid.

A Ceci le encanta el cuento de Cenicienta. Se lo sabe casi de memoria. Y, también, le gusta ser como Cenicienta. Siempre está atenta a todo lo que los demás puedan necesitar. Se levanta primero y se acuesta última. Y en el medio, se ocupa de todo, se lo pidan o no. Porque lo que la hace realmente feliz, es que los demás sean felices. Pero claro, tanto hacer y hacer, un día ya no se puede levantar de la cama. ¡Está agotada!

En este pueblo de gigantes hay una única manera de resolver los problemas: compitiendo o peleando. Gana el más fuerte. Tenga razón o no. Y el único capaz de poner orden es su Rey. Pero ahora... su Rey ha muerto y deben elegir uno nuevo. ¿Pero cómo? ¿Si ellos desprecian la inteligencia y sólo valoran la fuerza? Entonces los reyes de los pueblos vecinos proponen una competencia: que gane aquel que reúna ambas cualidades: valentía e ingenio. ¿Se animará Esteban, el más flacucho y debilucho, a participar? El desafío parece enorme.

Cuando la profesora Iris pide a sus alumnos llevar un huevo pintado a clase, Lucas se olvida y no lo hace a tiempo. Para evitar una regañina, decide tomar prestado un huevo del mundo mágico de Imaginaria con la intención de devolverlo al volver de clase. Lo que no imagina es que el huevo eclosionará... y provocará una nueva aventura de los Rescatadores Mágicos, que tendrán que arreglar el lío... ¡antes de que se descubra su secreto!