Bienvenidos a "Inversión para Humanos", el podcast donde hablamos sin filtros sobre el camino del emprendimiento, sus desafíos y lo que implica realmente montar un negocio. Soy Borja Rubí, y hoy vamos a abordar una realidad que muchas veces se oculta detrás del glamour del éxito empresarial: el impacto que el emprendimiento puede tener en nuestra salud y bienestar. En los inicios de Nike, el entonces CMO (Chief Marketing Officer) usó la frase "It won't be pretty" como una declaración de intenciones para definir el enfoque de la marca. Con esta frase, transmitía la crudeza y autenticidad del deporte, el esfuerzo, y el compromiso necesario para alcanzar el éxito. No se trataba de crear una imagen idealizada, sino de mostrar el lado real y desafiante del rendimiento atlético. "It won't be pretty" simbolizaba el viaje duro, sin adornos, que enfrentan los atletas, alineándose perfectamente con la filosofía de Nike de abrazar la lucha y perseverar. Todos hemos escuchado las historias de éxito, de esas personas que dejaron todo para seguir sus sueños y, tras años de esfuerzo, lograron el reconocimiento, la estabilidad y la libertad financiera. Pero, ¿qué pasa entre el punto de inicio y el éxito? ¿Qué sucede en esos días, semanas y años de incertidumbre, cuando el estrés y la presión pueden llegar a ser abrumadores? Emprender es un acto valiente, pero también tiene un costo. Uno de los aspectos más duros de este camino es lidiar con el estrés constante. Cuando tienes una empresa, especialmente en los primeros años, el estrés se convierte en tu compañero diario. Hay que pagar facturas, cumplir con los clientes, resolver problemas inesperados y, en muchos casos, gestionar cada aspecto del negocio uno mismo. Todo esto genera una tensión que afecta tanto la mente como el cuerpo. El impacto de este estrés en la salud física y mental es real. Al principio, puede parecer que se puede manejar, que basta con "aguantar" o con trabajar un poco más. Pero con el tiempo, el cuerpo empieza a pasar factura. Estudios muestran que los emprendedores tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, debido al estrés continuo y la falta de descanso. A menudo, trabajamos largas horas, sacrificando el sueño, la alimentación y hasta las relaciones personales en nombre de nuestro proyecto. Este desequilibrio no solo afecta nuestro rendimiento, sino que también puede tener graves consecuencias para la salud a largo plazo. Pero no es solo el estrés físico. La presión psicológica también juega un papel crucial. La incertidumbre sobre si el negocio tendrá éxito o no, si lograremos mantenernos a flote, si podremos pagar las deudas y ganar lo suficiente para vivir… Todos estos pensamientos pueden llevar a la ansiedad e incluso a la depresión. El miedo al fracaso es constante, y para muchos, especialmente en una sociedad que glorifica el éxito, aceptar que a veces no todo va como esperábamos es una carga emocional enorme. Además, el emprendimiento puede ser un camino solitario. Aunque muchas veces se trabaja con socios o empleados, la responsabilidad última suele recaer sobre uno mismo. Esa carga mental de saber que el futuro del negocio depende de tus decisiones y esfuerzo puede ser abrumadora. La falta de tiempo y energía para socializar o desconectar del trabajo también contribuye al desgaste emocional y al aislamiento. En momentos de dificultad, puede parecer que no hay nadie que entienda realmente la presión que sientes. Sobrevivir a este proceso requiere más que solo determinación y habilidades empresariales; también exige cuidarse. Priorizar la salud física y mental no es un lujo, sino una necesidad. Si no estamos bien, no podemos rendir al máximo en nuestro negocio. Es esencial aprender a gestionar el estrés, buscar formas de desconectar y dar prioridad al descanso. Al final, nuestro negocio depende de nosotros, y si no estamos en condiciones óptimas, la calidad de nuestro trabajo se verá afectada. Es importante recordar que el éxito empresarial no debería costar la salud ni la felicidad. Montar una empresa es un proceso, y no todos los días serán buenos. Aprender a aceptar los altibajos, a tolerar la incertidumbre y a ser amable con uno mismo en los momentos difíciles puede marcar una gran diferencia. En "Inversión para Humanos", queremos que entiendas que el camino del emprendimiento es duro, pero también que no estás solo. Cada semana, exploraremos diferentes estrategias para emprender de manera saludable, formas de gestionar la presión y cómo equilibrar la ambición con el bienestar. Si estás en este camino o estás pensando en empezar, ten en cuenta que el éxito no solo se mide en ganancias, sino también en la calidad de vida y en cómo cuidamos de nosotros mismos a lo largo del proceso. Gracias por escuchar. Soy Borja Rubí, y esto es "Inversión para Humanos". Nos vemos en el próximo episodio, donde seguiremos desentrañando el lado ...