En este episodio nos preguntamos: ¿Te tomarías unos tragos con Elon Musk o mejor lo invitas a un restaurante con 5 sillas? Claro, pero primero hay que hablar de cuando éramos reporteros en el high school y nos cagábamos entrevistando a deportistas... porque Elon, bueno, ¡es otro nivel! Y de repente pasamos de hablar de cassettes con cables (sí, los tampones de los carros) a un caso perturbador en Francia que ni Netflix podría escribir. Ojo, no apto para sensibles. Esto va de somníferos, perversiones y un tipo que debería estar ya tras las rejas.

Nos lanzamos de cabeza en cómo la sociedad ya está más desensibilizada que nunca. ¡Instagram ahora es el menú del día! De ahí brincamos a hablar de los Brothers Menéndez, esos que terminaron con sus padres y luego vivieron como reyes, ¡hasta que los pillaron! Y claro, todo esto lo discutimos mientras esperamos que salga su documental al estilo "Jeffrey Dahmer", ¿ya te anotaste para verlo? Pero no todo es crímenes y depravación, también te cuento mi viaje espiritual levantando pesas, porque si no sufres con estilo, ¿para qué sufres?

En este episodio nos ponemos serios... pero en no ser serios, claro. Nos lanzamos al ruedo con todo, recordando esas mamagüevadas que decíamos cuando éramos carajitos y cómo ahora, con la "madurez", hasta aprendimos a respetar a Messi (aunque antes nos caía mal ese enano hormonado). Nos metimos en el dilema del reciclaje, que al final parece ser más show que resultados. También hablamos del alcalde de Nueva York, que no solo dirige la ciudad, sino que sabe reconocer una buena Kush cuando la huele. Ah, y como si fuera poco, tuve una resaca tan épica que terminé vomitando en las calles de Madrid... y no, no me sentí como un idiota, ¡me sentí como un idiota de 20 años!

Nos fuimos full Uber, pero no para pedir un ride, sino para contar las anécdotas más locas que nos han pasado como choferes y pasajeros. Desde fumarnos una verde en pleno Uber Ride hasta meternos ocho panas en un carro pequeño y sobrevivir el paro de los pacos, aquí no se salva nadie. Además, desmenuzamos esos tips de viaje que ves en Instagram y que, la verdad, son más ladilla que útiles. Y no faltaron los cuentos de Airbnb y hostales llenos de mochileros dudosos. ¡Este episodio está para no perdérselo, así que dale play ya!

En este episodio, hablamos sobre cómo sobrevivir a un concierto con un niño de dos años, la etiqueta no escrita de los eventos en vivo, y hasta de cómo el buen olfato puede ser un reto en espacios cerrados. Todo, por supuesto, aderezado con un toque de cannabis californiano, White Walkers bailando como si estuvieran en un rave y el lado oculto de los viejitos millonarios.

Tambien nos lanzamos una conversación sobre uno de los temas más intensos del universo: ¡los bebés en aviones! Nos echamos cuentos de esos momentos en que estás atrapado a 30.000 pies de altura con un bebé ladrando como un perro y la incomodidad que trae.

Hablamos de la dualidad de entender a los pobres padres versus querer mandar a callar al carajito. Luego, nos fuimos a una reflexión filosófica y propusimos la cuaresma al revés: en lugar de dejar un vicio, ¡añades uno nuevo! Sí, sí, 40 días de pura locura, desde apuestas diarias en el casino hasta meterte en el mundo del cigarro, como si fueras la versión sexy y decadente de ti mismo.

Para rematar, discutimos la eterna duda de si hablar inglés o español con empleados latinos en sitios como Chipotle. ¿Es mejor seguir la corriente o imponer el idioma? Nos reímos, nos quejamos y sacamos lo mejor de nosotros... ¡como siempre! 😈

¡Dale play si te atreves a reírte de las pequeñas tragedias cotidianas y disfrutar de la comedia más picante!