
Su plan
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Serie La gran Comisión 🐠🐟
Su plan
Así que, finalmente, llegamos a la cuarta pregunta, ¿cómo puedo experimentar pureza? La respuesta es la razón por la que escribí un libro, y es por eso que este plan existe. Sin embargo, antes de fijamos en la solución, primero vamos hacia atrás en la historia para ver cómo y dónde inició todo este lío. La historia de la sexualidad saludable y el pecado sexual comienza cuando Dios creó al hombre, en Génesis capítulo 1, a su imagen. Él los creó varón y mujer.
Desde el principio, Dios diseñó estos dos seres sexuales para disfrutar la intimidad sexual, para «convertirse en una sola carne» en el contexto del matrimonio, antes de que el pecado entrara al mundo. «Una sola carne» implica intimidad real con la mujer en todos los ámbitos de la vida, no solo la relación física, pero que sin duda, incluye la relación física. Adán y su mujer estaban desnudos y no se avergonzaban. Nada interfería con la intimidad que estos primeros dos seres humanos disfrutaban. Leyendo entre líneas, disfrutaron de una relación física completamente satisfactoria uno con el otro ya que no había ningún obstáculo para su intimidad. No puedo imaginar si quiera, cómo era esta intimidad verdadera, sin pecado. Dios diseñó el sexo para ser excelente, y la primera pareja lo experimentó en su mejor momento.
“porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”
ROMANOS 14:17 RVR1960
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.”
GÁLATAS 5:16-18 RVR1960