La amiloidosis hereditaria, conocida como enfermedad de Andrade, hace que nuestro cuerpo acumule proteínas anómalas en los órganos, provocando atrofia muscular, problemas intestinales, de la función sexual, en la vesícula… Se trata de una enfermedad genética, que uno puede portar de manera silenciosa durante años, hasta que, de golpe, se manifiesta de forma severa, pudiéndote dejar en silla de ruedas en menos de un año. Afortunadamente, aunque no es habitual en las enfermedades raras, hoy existen varios tratamientos que retrasan la aparición de los síntomas. Los vecinos de Valverde del Camino (Huelva) y de algunas zonas de Mallorca conocen bien la enfermedad, pues, por distintos motivos, allí se encuentran dos focos endémicos de la enfermedad. Nos lo cuenta la Dra. Mónica López, jefa de la Sección de Medicina Interna del Hospital Universitario Ramón y Cajal, y Catilena Bibiloni, presidenta de la Asociación Balear de la Enfermedad de Andrade.

Existen muchas campañas publicitarias de productos absorbentes, como compresas o pañales, para mujeres con problemas de incontinencia urinaria. Según datos del Observatorio Nacional de la Incontinencia, la sufre más del 24%, es decir, al menos 5 millones de mujeres. En los anuncios se presenta esta condición como algo inevitable, que simplemente sucede y hay que paliar la humedad y el olor. Pero actualmente, existen diversas soluciones como el refuerzo del tono muscular de la zona pélvica con ejercicios de Kegel, la radiofrecuencia o el láser vaginal, que pueden resolver el problema sin necesidad de cirugía.

Nos lo cuenta la Dra. Marieta Ramírez Bermúdez, de la Clínica Ferraro de Madrid.

Las asociaciones de celíacos llevan años denunciando que estos pacientes están en situación de indefensión. Y es que solo tienen un tratamiento efectivo: dejar de tomar gluten. Y eso no es ni sencillo ni barato. Existen estudios que aseguran que hasta un tercio de los celíacos no sigue la dieta por motivos económicos. Por ello, la Asociación Celíacos de Cataluña se ha ido hasta el Parlamento Europeo para denunciar lo que consideran un agravio sanitario y pedir subsidios para estos pacientes en toda Europa. Nos lo cuentan Cristóbal Pérez, tecnólogo de alimentos y responsable del Departamento Técnico de la asociación, e Irene Puig, paciente y responsable del Departamento de Comunicación, quien fue una de las encargadas de ir hasta Bruselas a denunciar esta situación.