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Descubre cómo dejar de ser esclavo del tiempo para convertirte en creador de tu propia experiencia. Nos pasamos el día corriendo, dándonos prisa, abrumados… nos faltan horas incluso para dormir. El tiempo es algo de lo que no podemos escapar, y también es un concepto que aún no comprendemos del todo. En lo único en lo que casi todos nos ponemos de acuerdo es en que tenemos muy poco. Hoy en día la idea de que el tiempo no es algo lineal, ni una fuerza inamovible, empieza a ser más conocida.

«Cerebro que aprende» nos da pistas para la transformación de un sistema educativo que excluye, desanima y continúa caminando en círculos sin encontrar respuestas. Ningún joven merece sufrir el aprendizaje. Por el contrario, debemos encontrar en este un vehículo de motivación y de sentido. Solo una profunda revolución educativa producirá los cambios que los intentos periféricos no han logrado. Es indispensable respetar los ritmos de aprendizaje individual, construyendo desde cada logro en lugar del desánimo de los fracasos.