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“El Clamor de mi alma” es una colección de poemas que habla de varias situaciones que se enfrenta en la vida. Enfoca diversos temas relacionados con el mundo interior: el amor, la mente, la angustia, la soledad, el clamor por justicia, el perdón, el consuelo y también habla del mundo espiritual y terrenal relacionado con el Mesías y Lucifer. Está dividido en cuatro capítulos: Capítulo I El alma y la razón, Capítulo II El alma y el espíritu, Capítulo III La Luz y la oscuridad, Capítulo IV El clamor por la justicia.

Poemario en defensa de la poesía gnóstica, que critica la poesía de la experiencia, y parte de la idea de Bukowski: "pero como dijo Dios, cruzándose de piernas: veo que he creado muchos poetas pero no mucha poesía.", para realizar un recorrido final por la geografía mítica de Grecia (Olimpia, Sunio, Delfos...).

58 poemas en los que el poeta, con un estilo distinto al de Miguel Hernández, en su Elegía a Ramón Sijé, puesto que cambia el pueblo, el tiempo y la memoria, encara la inesperada pérdida de su abuelo, que también se le ha muerto como del rayo, y a quien tanto quería, y da paso a una retrospectiva en la que no hace falta que aparezcan “las aladas almas de las rosas del almendro de nata”, para labrar la tierra poética, oscense, silenciosa y densa. Todo el mundo se puede concentrar en un grano de dolor agudo, o de alegría inmensa. Y así el poeta deshoja las casas y los ríos que ...

Forrest Gump cambia el banco por una playa de Chipiona, y la caja de bombones por una de fresones. La metáfora sigue funcionando. Nunca sabes lo que te vas a encontrar. Aunque los fresones pueden parecer los mimos, a nadie le saben igual, ni el desfile de homenajes, empezando por Juan Ramón Jiménez, sonará igual a quien se adentre en La efervescencia de la aspirina, en Todas las veces que no he podido ir a Cádiz, en El nombre exacto de las fosas, y en La vida cotidiana. Como decía Yasunari Kawabata, en Lo bello y lo triste, uno no puede sentarse a esperar el pasado; el tiempo y los ...

Una sucesión de ausencias, y de epifanías, centran este poemario en el que se desgranan, a partir de las luces y espacios compartidos, las voces y los ecos, la cabra y la intemperie, algunas ráfagas de temblor, de relámpago, de pálpito de lo sencillo en el regalo diario de la vida, la amistad y la esperanza. Proteger el amor pese al dolor, y las formas secretas de la felicidad, con la cabra simbólica que brinca entre los abrazos que anhelamos dar, y los abrazos que anhelamos recibir. Siempre con la vista puesta, en el salto, en un mundo que, para bien, mejore el que aún vivimos.

La lista de poetas que al amor le han cantado es una auténtica locura. Y además irá a más. No siempre se tiene la razón, ni falta que hace. En algunos momentos de la vida, las razones del corazón no las comprendemos y sentimos que lo que importa no es lo que no tuvimos, es lo que no nos enseñaron. Las cosas que se tienen, se pierden, y el tiempo casi nunca logra desgastarnos lo que se ha conocido. Escribí este poemario para dar respuesta a dos preguntas del poeta Ismael López Gálvez, ¿podemos los poetas escribir aún sobre el amor? ¿Y cómo? La razón perdida es un homenaje ...

Poemas que cantan el análisis de los tiempos de crisis, a partir de las citas siguientes...El dedo móvil escribe, y habiendo escritosigue adelante. Ni toda tu piedad ni tu ingenioharán que vuelva para tachar media líneani tus lágrimas borrarán una sola palabra.Omar KhayyamEl tiempo es el único recurso del cual pueden disponer gratuitamentelos que viven en el escalón más bajo de la sociedad.La corrosión del carácterRichard Sennett En una palabra, el PIB lo mide todo exceptolo que hace que valga la pena vivir la vida. El arte de la vidaZygmunt Bauman

El poeta en El silencio del bambú nos ofrece un recorrido por los instantes cazados, por el crisol de amaneceres, bajo la luz de una farola, en en el que forja su canto el poeta rey cabra, el poeta samurái, el poeta maestro del eco en otro ejercicio de condensación, del suceso, el momento y el lugar donde calla la vida sobre la cuerda floja del tiempo.

58 poemas Desde los primeros versos a la pequeña Aitana, a una sucesión de cantos para las amistades, para quienes sobreviven a un mundo en el que los vivos parecen estar muertos, parecemos estarlo, y vamos acumulando la misma muerte, o muertes distintas, como si fuera un objeto de consumo, un producto más, convirtiéndonos también nosotros mismos en productos de una descomposición moral, de una triste composición contra la que debemos alzar la voz, y no solo el silencio, la mirada interior, la connivencia, para desatar nueva luz, nueva energía, nueva mirada hacia otra mejor existencia.